lunes, 28 de enero de 2008

Parte 2 de Los trabajadores que informan por Internet son periodistas

Ayer 27 de enero de 2008 te compartí la noticia de un fallo trascendente para los periodistas argentinos. La Cámara Nacional del Trabajo consideró "periodistas" a quienes trabajan para una empresa que brinda información por internet, aunque no se trate de un medio periodístico. La decisión la tomó la Sala IV del tribunal, ante la demanda promovida por dos ex empleados de la firma UOL Sinectis quienes, al ser despedidos, pidieron ser indemnizados de acuerdo al Estatuto del Periodista.

En el siguiente link podés ingresar al fallo completo:

http://abogados.infobaeprofesional.com/notas/60574-Fallo-Lastreto-Rodrigo-y-otro-c-Uol-Sinectis-SA-y-otro-s-despido.html

(fin)

domingo, 27 de enero de 2008

Los trabajadores que informan por Internet son periodistas


Transcribo el cable difundido por la agencia Télam el 24 de enero de 2008, y reproducido por el portal Yahoo Argentina al día siguiente, acerca de una decisión judicial de gran importancia para los periodistas y trabajadores de prensa en la Argentina.

.-.-.-

Buenos Aires, 24 de enero (Télam).- La Cámara Nacional del Trabajo consideró “periodistas” a quienes trabajan para una empresa que brinda información por internet, aunque no se trate de un medio periodístico, confirmaron hoy fuentes judiciales.

La decisión la tomó la Sala IV del tribunal, ante la demanda promovida por dos ex empleados de la firma UOL Sinectis quienes, al ser despedidos, pidieron ser indemnizados de acuerdo al Estatuto del Periodista.

La demandada había expuesto que no es una empresa periodística, ni funciona como diario o revista y carece de autorización para actuar como un medio de prensa, pero los camaristas Héctor Guisado y Diana Guthmann rechazaron esos argumentos.

Los magistrados consideraron que el sitio, a través de su portal de internet, propalaba notas sobre deportes, informes de coberturas de eventos y conferencias de prensa".

Los camaristas sostuvieron, entonces, que los demandantes realizaban "tareas periodísticas" para la proveedora de internet.

El tribunal destacó, además, que ambos trabajadores, que habían ingresado como "becados", tuvieron que emitir facturas para cobrar sus honorarios.

"Que los trabajadores presentaran sus facturas por 'honorarios' no altera la naturaleza jurídica de la relación que medió entre las partes" ni permite concluir que se trataba de una relación extra laboral, consignaron Guisado y Guthmann.

El tribunal agregó que "la circunstancia de que el trabajador emitiese facturas por los servicios prestados debe ser apreciada de un modo estricto, en especial cuando tal práctica es común en el mercado como modo de intentar dar apariencia de relaciones comerciales a prestaciones que son de naturaleza laboral".

Los camaristas consideraron que la beca "consiste en un estipendio o pensión que se concede a una persona para que continúe o complete sus estudios teóricos como así también para la adquisición de conocimientos prácticos" con "una finalidad que es educativa y de formación".

Guisado y Guthmann señalaron que, como la legislación sobre becas excluye el pago de aportes y contribuciones a los organismos de seguridad social, recurrir a esa modalidad se convirtió en una "tentación" a la hora de contratar personal.

(fin)

martes, 22 de enero de 2008

Los 25 mejores artículos de tecnología del año

Los 25 mejores artículos de tecnología del año, eso es lo que se busca con la iniciativa 25articulos.org. Impulsada por Javier Fernández, la idea es un modelo mixto en el que todo el mundo puede proponer atículos (hasta el 15 de Febrero), hay un jurado que selecciona los 50 mejores según su criterio y finalmente cualquiera puede votar para seleccionar los 25 más interesantes de esa selección.

La idea es, según informa Antonio Ortiz en el blog Error 500, publicar un libro electrónico con ellos en formato PDF, que se distribuirá gratuitamente. Ortiz forma parte del jurado junto a Mariano Amartino (Uberbin), Enrique Dans (Enrique Dans), Javier Fernández Escribano (eConectados) – Coordinador, Íñigo González (Exocert), Juan Luis Hortelano (Tecnorantes), Javier Martín (Loogic), y Christian Van der Henst (Maestros del Web)

(fin)

lunes, 21 de enero de 2008

"El ojo humano prefiere leer sobre papel que en pantalla"


Jakob Nielsen, defensor de sistemas tecnológicos más agradables para el usuario y

especialista en el uso de tecnologías, participó en la ciudad española de Barcelona como gurú de las jornadas Experience 2007. Comentó al diario barcelonés La Vanguardia algunos de sus puntos de vista, incluidas las ventajas que aún detecta en el papel sobre las pantallas a la hora de leer un diario, en esta entrevista del periodista Alex Barnet publicada el 28 de noviembre de 2007.

Todas las compañías presumen de productos y servicios fáciles de utilizar, pero luego la realidad es otra. ¿Qué falla?

Ellos piensan que si sus técnicos saben utilizarlo, lo demás también sabrán. Y muchas veces ni siquiera hacen pruebas con los usuarios. Y saben que si dijeran que las cosas son complicadas, no venderían.

En general, se exige al usuario que se adapte a lo tecnológico…

Es así. Desde el punto de vista humanista, deben ser las máquinas las que se adapten a nosotros, pero prevalece el punto de vista técnico, que impone lo contrario. Pensemos que en los 60 sólo los guardianes del templo de la informática sabían cómo usarlo. Ahora somos millones.

¿Qué opina de esos teléfonos móviles con tantas funciones que los usuarios no utilizan? ¿Y de las tarifas siempre cambiantes y llenas de letra pequeña?

Hay cosas que no necesitamos y hay planteamientos que quieren confundir o engañar al usuario. Lo que yo llamo polución informativa, que como la contaminación degrada el medio ambiente.

Hace años dijo que los internautas quieren concisión. Y cronometró sus hábitos en la red. ¿Qué actitud tienen hoy?

Crece la actitud defensiva de los usuarios. Es por la publicidad, los programas invasivos o el spam, que ha degradado el correo electrónico de una forma brutal. Un usuario emplea menos de medio minuto para ver una página web y decidir si sigue o no. Por eso yo recomiendo que las webs sean realmente sencillas.

Hay sitios de referencia como Amazon o eBay que son lo contrario de la simplicidad…

Si, son caóticos. El problema es que se dirigen a la gente que ya los conoce y los usa. Si no cambian, tendrán problemas para captar nuevos usuarios.

Usted sostiene que es más gratificante leer un diario en papel que en una pantalla. ¿Ventajas?

Tiene que ver con hechos como el tamaño o la calidad de la tipografía. Sin olvidar que el papel facilita una mayor inmersión mental. La pantalla, que es más superficial, sirve para buscar información concreta, mientras que el papel permite captar mejor las cosas. Hemos hecho estudios y funciona así.

¿Cree que los libros electrónicos nunca serán de uso masivo?

De momento, el papel es más gratificante. Hasta ahora leer en papel era un 20% más eficaz. Una pantalla de ordenador de alta resolución y grande - recomiendo utilizar 30 pulgadas- reduce la diferencia, pero ésta sigue existiendo. Por ahora, el ojo humano prefiere leer sobre papel que en pantalla.

¿Ve futuro a internet y la televisión para el teléfono móvil?

Hay que crear servicios adaptados de internet para el móvil y no querer colocar internet en una pantalla pequeña.

Hay una brecha tecnológica evidente entre usuarios jóvenes y de edad avanzada. ¿La usabilidad ayudará a salvarla?

Sí, este tema será clave en los próximos años. El problema es que las compañías piensan sólo en los jóvenes. Por eso muchas veces hacen cosas tan complicadas. Se equivocan. Hay un mercado comercial importante para otros usuarios.

Vivimos rodeados de aparatos que muchas veces no entendemos. ¿Qué actitud recomienda a los usuarios?

En los últimos 50 años nuestro desconocimiento se ha multiplicado. Ante la informática hay actitudes de superstición similares a las de los primitivos ante las fuerzas que no entendían: hay quien no se atreve a tocar el ordenador y quien cruza los dedos cada mañana para que la máquina funcione al arrancarlo. Hay que convivir con la tecnología,

Pero debemos rechazarla cuando nos complica la vida. Y exigir que sea fácil de utilizar.

(fin)

martes, 8 de enero de 2008

Rehenes por querer trabajar

Transcribo el comunicado enviado en la tarde del 8 de enero de 2008 por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA). Hasta fines de diciembre trabajé en el mismo edificio donde los cinco periodistas se encuentran retenidos. Es una catacumba que sin aire acondicionado y en estos días con más de 35 grados de temperatura exterior se convierten en lugares agobiantes.

.-.-.-.-

INHUMANA ACTITUD DEL EMPRESARIO ESTADOUNIDENSE-MEXICANO REMIGIO GONZÁLEZ CONTRA PERIODISTAS DE CANAL 9

Los cinco periodistas de Canal 9 que se reintegraron ayer, lunes 7, a sus tareas habituales permanecen retenidos por la empresa en el edificio, luego de que la patronal se negó a asignarles sus tareas habituales, tras lo cual los recluyó en un reducido lugar de donde no pueden salir desde ayer las 13 horas de ayer.

Convertidos en virtuales rehenes de la empresa (propiedad de un grupo mexicano-estadounidense que preside Remigio Ángel González González) los periodistas permanecen en un lugar cerrado, sin ventanas y sin ningún tipo de refrigeración. A raíz de que la empresa les negó la posibilidad de usar un baño, los periodistas improvisaron uno en el mismo lugar en que se encuentran retenidos.

En la mañana de hoy también fueron impedidos de moverse de ese lugar los delegados, quienes, entre otras cuestiones, acompañaban la retención de tareas dispuesta por el personal del noticiero, en defensa de los puestos de trabajo de esos cinco periodistas.

Ayer uno de los cinco periodistas retenido en el Canal debió ser trasladado al hospital Fernández debido a una descompensación provocada por las penosas condiciones del lugar en el que se encontraba.

La UTPBA planteó estas denuncias ayer en el Ministerio de Trabajo y las amplió hoy, insistiendo en señalar la impunidad con la que se maneja este grupo mediático, reiterando su exigencia de que se preserve la fuente de trabajo de cada uno de los periodistas del Canal.

Al mismo tiempo, la UTPBA está realizando denuncias internacionales por la acción de censura y de atentado físico y psíquico contra los colegas, ante diversas entidades de periodistas.

Comisión Directiva Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, 8 de enero de 2008.

(fin)

viernes, 4 de enero de 2008

Viejo, deja ya de joder con el 3G

Una persona de casi 90 años comunicándose con un supuesto teléfono de tercera generación (3G). Eso es lo que nos muestra un aviso publicitario que acompaña a esta nota.

No dudo que un anciano pueda hacerlo, conozco varios que utilizan su celular para comunicarse con sus nietos o con sus amigos. Pero los que armaron el aviso y le dieron el OK no tuvieron en cuenta un par de detalles: El celular que porta "don Atilio, de 87 años", según dice la pieza publicitario, es de tecnología 1 o 2G, no de 3G. Además, navegar por Internet en una pantalla tan diminuta como la del teléfono del aviso es como ir por la Ruta de los 7 Lagos, en Neuquén, adentro de un transporte de caudales... Y teclear el celular sosteniendo con la misma mano un bastón no resulta muy práctico que digamos.

El aviso (el escáner con que lo copié no alcanzó a tomarlo entero) apareció en la contratapa de una revista especial publicada el 4 de enero de 2008 por el diario porteño La Nación. El ejemplar incluye imágenes de 138 años tomadas por los fotógrafos del diario. La tapa tiene como protagonista, como la contratapa, a un hombre mayor, que porta una pesada cámara con un trípode por el empedrado de la avenida Pedro de Mendoza, en dirección este-oeste hacia el puente Nicolás Avellaneda, en el barrio porteño de La Boca.

Volvamos a la contratapa y su aviso, el anunciante es CTI, empresa de telefonía móvil que en 2007 lanzó su servicio de tercera generación (3G) por el cual se puede navegar, en teoría, a alta velocidad por Internet desde un teléfono móvil o de una computadora portátil.

"Don Atilio" estaba sentado junto a otras personas el "15/8/2007" cuando fue tomada la foto, según el aviso. Algo improbable porque el servicio fue lanzado por CTI recién entre octubre y noviembre y en algunas reducidas zonas urbanas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

El aviso comprueba algo que se percibe con frecuencia al ver piezas publicitarias en medios gráficos y TV: La gente de marketing y publicidad no acierta a comunicarse bien con los mayores. Persisten estas actitudes negligentes en general, consecuencia de un déficit de investigaciones y estudios específicos que enfoquen a los mayores como un segmento de mercado significativo.

Pero además, los equipos de marketing y publicidad se componen de personas relativamente jóvenes, remisas a entender experiencias, actitudes y conductas de sus propios padres o abuelos. Se olvidan que los mayores cada vez son más, y que pasados los 75 años hay más problemas de salud, menos dinero, mayor dependencia y, por consiguiente, un menor atractivo como segmento de mercado. Es raro que se apunte en publicidad a estas personas en manera respetuosa.

El aviso también muestra, quizás sin proponérselo, un tema que rara vez se menciona en los medios: la brecha que existe entre las tecnologías de la información y comunicación con las personas ancianas. Ni desde el Estado ni desde las empresas existen políticas activas y prolongadas para que ellas puedan aprovechar en su beneficio estas herramientas. Además, las TICs tienen todavía un camino para desandar para que sean más intuitivas y sencillas para personas que no son precisamente "nativos digitales", como el caso de "Don Atiio".

César Dergarabedian

miércoles, 2 de enero de 2008

Mucha información y poco análisis

Alberto Moncada analiza en esta extensa nota de opinión publicada por la agencia Argenpress.com el negocio de los medios, que está “no tanto en proporcionar información y entretenimiento a sus clientelas como en vender lectores y audiencias a los anunciantes”. Moncada señala al final de la nota, que discurre largamente sobre la relación entre medios y educación y negocios, que hoy hay tres clases de periodistas, los mandarines, los redactores de a pié y los capataces de la redacción.

.-.-.-

El negocio de los medios de comunicación está no tanto en proporcionar información y entretenimiento a sus clientelas como en vender lectores y audiencias a los anunciantes. Eso explica la preponderancia actual del entretenimiento, el que las noticias, los comentarios, los programas tiendan a ser ligeros, amenos, incluso morbosos porque para alcanzar al mayor número de personas hay que descender al mínimo común denominador intelectual.

La influencia de la publicidad en nuestras vidas empieza cada vez más temprano, con mensajes publicitarios dirigidos a los niños en la televisión e incluso en la escuela. Una parte de la contracultura de los años sesenta fue el cambio pedagógico. 'La letra con sangre entra' debía ser sustituida por el instruir deleitando. La educación basada en el sacrificio debía dar paso al aprendizaje placentero. Esta tendencia se basa en un mayor respeto por el menor, en un reconocimiento de sus derechos, incluidos el derecho a la espontaneidad, al goce de la infancia y la adolescencia. La contracultura educativa tenía otros componentes, la educación para la liberación política, para la democratización pero la parte que más caló en el curriculum occidental fue la primera.

Casi al mismo tiempo los menores comenzaron su largo aprendizaje televisivo. Primero en Estados Unidos y Japón y después en todo el mundo, empresas cinematográficas se especializaron en el entretenimiento infantil, tebeos convertido en telefilmes y remodelados para su mayor disfrute. La televisión empezó a competir con la escuela, a transformar los hábitos de aprendizaje y a quitar tiempo al trabajo de los alumnos. Aún no sabemos sus consecuencias aunque muchos expertos creen que se está generando un cambio cualitativo en la manera de aprender, de memorizar, de pensar, en razón de esa mezcla de entretenimiento e información que es el contenido habitual de los programas televisivos. La industria publicitaria ha entrado en la escuela con el proyecto Channel One. La empresa “Channel One” regala a las escuelas televisores y parabólicas a cambio de que los alumnos vean obligatoriamente un telediario de veinte minutos con tres de anuncios. Su expansión por el sistema educativo americano va en aumento y pronto llegará a Europa. Igualmente la empresa “Zap Me”, regala ordenadores con acceso gratuito a Internet pero el alumno no puede librarse de los anuncios de la página de acceso. Pero el asunto afecta también a los adultos.

A veces se acusa al mundo académico de tener una actitud despreciativa hacia el entretenimiento televisivo, como si fuera algo degradante para la condición humana. Y en ese sentido se le equipara al mundo eclesiástico con su juicio negativo del placer. La generación de la guerra y de la postguerra, crecidas en la economía de la escasez, recibieron el mensaje de que el sacrificio era fundamental y que una vida de sacrificio daría paso a otra de satisfacciones… después de la muerte. En realidad tal planteamiento iba contra el carácter risueño y vitalista de la cultura sureña, como una manera de disciplinarla para el trabajo. Los sureños han tenido mala opinión del trabajo. Se le consideraba una cosa inevitable, especialmente diseñada para los que carecían de medios y no podían organizar sus vidas en torno a la más distinguida cultura del hidalgo. Hizo falta que llegaran los americanos para que entre ellos y los estrategas del Opus convencieran a la clase media emergente española de la legitimación social por el

trabajo, del orgullo de la tarea bien hecha, algo antes reservado a los artesanos y a los artistas. Pero, por debajo, la cultura popular sureña ha inventado muchas maneras de hacer frente a lo inevitable y organizar la fiesta como una alternativa a la obligación. O al menos como un escape de ésta. Cuando llega la televisión la cultura popular la incorpora como algo relativamente barato y que no requiere mucho esfuerzo. La televisión ha sido, además, la solución para los días y las noches de tantos mayores incapaces de otras actividades y ha significado un gran remedio a las escaseces del mundo rural.

Pero su riesgo es infantilizar a la gente, que los adultos la utilicen, al igual que los niños, como una experiencia vicaria, sustitutiva de la propia, una serie de imágenes e historias que nos evitan pensar o, más bien, nos hacen pensar sólo en distraernos. En ese sentido tiene ese referido efecto narcotizante y se convierte en el gran obstáculo para estar educados e informados para la vida adulta, en suma, para ejercer la ciudadanía.

La televisión, progresivamente, ha contaminado a los otros medios de comunicación. La información, hasta entonces elaborada en periódicos y revistas, se popularizó en la radio y se fue convirtiendo en entretenimiento cuando la televisión empezó a hacer más comerciales sus espacios informativos. La tradicional separación entre información y publicidad se rompió a impulsos de la búsqueda del beneficio a corto plazo.

La educación, la información y el entretenimiento son tres grandes industrias contemporáneas en expansión. La primera porque la escolarización empieza desde cada vez más temprano en la vida de las personas y se prolonga cada vez por más tiempo. A ello se une esa reconversión de habilidades que todos necesitamos una o varias veces en nuestra biografía profesional. La información es la primera materia prima de la economía contemporánea. Sin información no funcionan las máquinas ni los sistemas y la información es la base de cualquier estrategia política o mercantil. El conseguir información relevante forma parte de la condición ciudadana. El entretenimiento es la actividad colectiva que más ha crecido en los últimos quince años, habiendo superado a las armas como primera cifra de exportación de la economía norteamericana. Aumenta el tiempo libre, voluntario y forzoso, en el territorio OECD y la industria del entretenimiento, en sus diversas manifestaciones, subraya hoy el índice de vida de los países y de las personas.

Las tres industrias poseen un alto grado de innovación tecnológica lo que las hace muy propias para la inversión así como contenido preferido de las apetencias de las grandes corporaciones. Sesenta y ocho de las quinientas personas más ricas del mundo tienen inversiones en estos negocios y no hay grupo financiero importante que no participe en ellos. Bastantes empresas son activas a la vez en la información y el entretenimiento y participan, directa o indirectamente, en sectores de la educación, como el negocio editorial. Las luchas al respecto entre corporaciones y países, entre Europa y Estados Unidos tienen una connotación ideológica que recuerda la vieja contienda entre la Iglesia y el Estado por el control del pensamiento.

La educación, la información y el entretenimiento están recorridos por oligopolios de diversos perfiles y son susceptibles de las más variadas manipulaciones al servicio de los intereses que las patrocinan o apetecen. La principal manipulación, y la principal convergencia, entre los tres sectores es su paulatina transformación en un sistema global de información y entretenimiento, dominado por multinacionales multimedia, estratégicamente aliadas con los epicentros del poder económico y político.

La tendencia a la comercialización, la concentración y la transnacionalidad de los medios de comunicación tiene su centro estratégico en los Estados Unidos y desde ahí se difunde por el resto del mundo, debilitando cada vez más el sector público correspondiente y, por supuesto, su fiabilidad. La historia reciente en España nos prueba su subordinación creciente al modelo americano y a la hegemonía de los productos 'made in USA' como fundamento de la cultura popular.

Los medios de comunicación son cada vez más parte del entramado económico, en un mercado cada vez más global y en el que el poder financiero impone sus reglas. Ello favorece un cierto modo de democracia, la democracia mediática, término que designa esa convergencia entre educación, información y entretenimiento que favorece la transformación del ciudadano en consumidor y convierte a las elecciones políticas en una oferta publicitaria, destacando los aspectos más personas y morbosos de la actividad pública.

Este sistema global favorece a los poderes de dos maneras. La primera es la función narcotizante de la televisión. Decía Berlusconi que bastante harta llega la gente a su casa, harta del tráfico, del trabajo, de sus jefes, para que nosotros le compliquemos la vida desde la pequeña pantalla. Y años después, Emilio Azcárraga, el poderoso dueño de Televisa, afirmaba: La mayoría de los mexicanos llevan una vida muy jodida y la va a seguir llevando. Por eso, nosotros tenemos que endulzársela”. El factor entretenimiento llega hasta los mismos telediarios.

“Cuanto más televisión ves, menos te enteras de lo que pasa”, es el título de un libro reciente. Con los medios audiovisuales tenemos un exceso de información sobre las cosas más inverosímiles… menos las verdaderamente importantes y, además, recibir tanta información y a tanta velocidad, nos impide su digestión, ponerla en un contexto esclarecedor. Hay mucha información pero cada vez menos análisis. Pero la segunda manera de favorecer a los poderes es la censura.

La censura siempre ha existido. Todos los poderes han querido no solo controlar la realidad sino su interpretación. Todos los poderes requieren, en algún momento de su ejecutoria, que se haga silencio sobre ella, como manera de conseguir esa impunidad que necesitan con harta frecuencia. Los poderes tratan de que no se publiquen las noticias que les perjudican. Y si no hay más remedio tratan de darles la vuelta, en ese arte del “spin”, del maquillaje de la información, que es hoy una asignatura de tantos curricula periodísticos. Tal y como funciona la manipulación mediática, más de la mitad de los licenciados consiguen trabajo en gabinetes de imagen, en relaciones públicas, en suma, en el arte de la manipulación. Y en las redacciones, se ha roto la separación entre información y publicidad, corrompiéndose, siempre en beneficio de ésta, el decir la verdad sobre productos y servicios, públicos y privados.

Hoy hay tres clases de periodistas, los mandarines, “pundits” en inglés, que forman parte del poder, se reúnen, comen y se divierten con los poderosos. Son su apéndice mediático. Luego están los redactores de a pié, con contratos cada vez más precarios, y en medio, los capataces de la redacción, especialistas en lo que se puede o no se puede decir en cada caso. Como muchas empresas son multimedia, el mensaje, las consignas, se guisan en un solo lugar y se trasmiten a cada medio. Semejante manipulación dificulta el periodismo de investigación, sobre todo en la información económica. Bastantes escándalos empresariales han estallado de golpe, en perjuicio de tantos inversores y clientes, sin que antes se haya dicho nada sobre cómo se estaban fraguando.

La manipulación mediática es la última versión del “panem et circensem” y, como ella, convierte e los ciudadanos en consumidores, en clientes. O en algo peor.

(fin)