El 3 de julio fue el día del locutor en la Argentina. No pude escribir estas líneas ayer, pero no quiero esperar hasta el 2008 para recordar con cariño y afecto a locutores que fueron compañeros de trabajo y ejemplo en mis primeros años de periodismo. Maestros como Horacio Etcheverry, quien engalanó con su maravillosa voz los boletines y panoramas de noticias que escribía en Radio Splendid, y que me enseñó la importancia de mantener una actitud coherente en esta profesión, con tantos subes y bajas laborales en los cuales muchos pierden la cabeza… Horacio Gayoso, otro gran locutor con el que trabajé en FM Tango; en Radio Nacional, Alejandra Arestizábal, Fernando Nuñez, el “Tano” José María Schinocca y Hugo Guerrero Martinheitz, un gran creador radial y sin complejos para, por ejemplo, criticarme al aire por usar esos eufemismos en los caemos con frecuencia para no emplear varias veces una misma palabra. En 1992 dejé el periodismo radial, luego de seis años ininterrumpidos, y pasé al mundo de las agencias de noticias. Pero la escuela radial fue impagable, de la mano de estos locutores. Vaya un homenaje tardío pero merecido para estos artistas de la voz.
miércoles, 4 de julio de 2007
Voces maestras
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