lunes, 24 de septiembre de 2007
Contenido, publicidad y dimisiones
La publicidad es importantísima para un medio, pero hay cosas con las que no se puede jugar si quieres mantener una posición determinada, afirma el periodista Enrique Dans, al analizar la renuncia de un editor de PC World por presiones sufridas para evitar determinados contenidos. Una pelea que se sufre en forma cotidiana en los medios. El post fue publicado por Dans el 4 de mayo de 2007 en su blog http://www.enriquedans.com/2007/05/contenido-publicidad-y-dimisiones.html
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Harry McCracken, conocido editor de PC World, dimite de su cargo después de una carrera profesional de dieciséis años en el grupo IDC, doce de ellos en la revista, debido a presiones sufridas para evitar determinados contenidos en artículos críticos con anunciantes de referencia en las revistas del grupo.
Según Wired, el episodio habría tenido lugar en torno a un artículo referente a Apple, “Ten Things We Hate About Apple”, que el nuevo CEO de la compañía, Colin Crawford, intentó parar cuando estaba aún en estado de borrador, tras decir específicamente que las reviews de productos eran demasiado críticas con los fabricantes y que había que empezar a ser más amable con ellos, especialmente con aquellos que se anunciaban habitualmente en la revista. Crawford, en su blog personal, niega radicalmente las acusaciones y afirma que la independencia editorial es una regla fundamental que está en el centro de todas sus actividades, mientras CNet cita tres fuentes anónimas en sentido contrario.
Las reviews de producto de PC World son una verdadera institución de referencia en la industria, y la dimisión de McCracken, una muy mala noticia para la revista y para el sector en general. En general, los medios norteamericanos han intentado ser tradicionalmente muy estrictos con la separación entre contenido y publicidad, algo desgraciadamente no tan habitual a este otro lado del charco. La excepción que aparentemente ha desencadenado la marcha de McCracken es tristemente una actitud generalizada en algunos medios en España. En mi experiencia con medios, he llegado a sufrir, afortunadamente en pocas ocasiones, recortes y cambios de tono en artículos en determinados medios: las pocas veces en que esto ha ocurrido, he reaccionado publicando en el blog mi versión original, además de la que salió en el medio correspondiente. En ocasiones, esto ocurre mediante mecanismos que es muy complicado evitar, a través de personas con las que te une cierta amistad y a las que no quieres dejar en mal lugar, o mediante arreglos de última hora para ajustar extensión. Precisamente una de las razones para mantener algunas de mis columnas en determinados medios es precisamente el respeto total de dichos medios sobre su contenido. En otras ocasiones, la censura se produce por otros medios, tales como comentarios o incluso “advertencias” a través de personas próximas, una técnica que, en mi caso, he podido experimentar en varias ocasiones utilizada por algunas entidades de gestión de derechos.
Una verdadera pena que McCracken, un gran profesional, abandone PC World, y más aún que lo haga dejando esas sombras en torno a la futura credibilidad del medio. La publicidad es importantísima para un medio, pero hay cosas con las que no se puede jugar si quieres mantener una posición determinada. Ver ese tipo de cosas sucediendo en un mercado como el anglosajón, tradicionalmente duro con el tema, es decididamente una muy mala noticia.
(fin)
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Harry McCracken, conocido editor de PC World, dimite de su cargo después de una carrera profesional de dieciséis años en el grupo IDC, doce de ellos en la revista, debido a presiones sufridas para evitar determinados contenidos en artículos críticos con anunciantes de referencia en las revistas del grupo.
Según Wired, el episodio habría tenido lugar en torno a un artículo referente a Apple, “Ten Things We Hate About Apple”, que el nuevo CEO de la compañía, Colin Crawford, intentó parar cuando estaba aún en estado de borrador, tras decir específicamente que las reviews de productos eran demasiado críticas con los fabricantes y que había que empezar a ser más amable con ellos, especialmente con aquellos que se anunciaban habitualmente en la revista. Crawford, en su blog personal, niega radicalmente las acusaciones y afirma que la independencia editorial es una regla fundamental que está en el centro de todas sus actividades, mientras CNet cita tres fuentes anónimas en sentido contrario.
Las reviews de producto de PC World son una verdadera institución de referencia en la industria, y la dimisión de McCracken, una muy mala noticia para la revista y para el sector en general. En general, los medios norteamericanos han intentado ser tradicionalmente muy estrictos con la separación entre contenido y publicidad, algo desgraciadamente no tan habitual a este otro lado del charco. La excepción que aparentemente ha desencadenado la marcha de McCracken es tristemente una actitud generalizada en algunos medios en España. En mi experiencia con medios, he llegado a sufrir, afortunadamente en pocas ocasiones, recortes y cambios de tono en artículos en determinados medios: las pocas veces en que esto ha ocurrido, he reaccionado publicando en el blog mi versión original, además de la que salió en el medio correspondiente. En ocasiones, esto ocurre mediante mecanismos que es muy complicado evitar, a través de personas con las que te une cierta amistad y a las que no quieres dejar en mal lugar, o mediante arreglos de última hora para ajustar extensión. Precisamente una de las razones para mantener algunas de mis columnas en determinados medios es precisamente el respeto total de dichos medios sobre su contenido. En otras ocasiones, la censura se produce por otros medios, tales como comentarios o incluso “advertencias” a través de personas próximas, una técnica que, en mi caso, he podido experimentar en varias ocasiones utilizada por algunas entidades de gestión de derechos.
Una verdadera pena que McCracken, un gran profesional, abandone PC World, y más aún que lo haga dejando esas sombras en torno a la futura credibilidad del medio. La publicidad es importantísima para un medio, pero hay cosas con las que no se puede jugar si quieres mantener una posición determinada. Ver ese tipo de cosas sucediendo en un mercado como el anglosajón, tradicionalmente duro con el tema, es decididamente una muy mala noticia.
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